La disfagia en adultos mayores, un término que describe la dificultad para tragar sólidos o líquidos, es una condición común pero subestimada, especialmente entre las personas de edad avanzada con enfermedades neurológicas o médicas que afectan la deglución.

Los síntomas de la disfagia más comunes son tos, babeo, dificultad para tragar, pérdida de peso o atragantamientos frecuentes. Su evaluación y tratamiento requieren un enfoque integral con adaptaciones dietéticas, cambios posturales y la intervención de profesionales de la salud.

La disfagia puede afectar significativamente la calidad de vida, la nutrición y la salud en general de los adultos mayores. Comprender sus causas, síntomas y estrategias para su gestión es fundamental para brindar un mejor apoyo a quienes la padecen.

¿Cuáles son las causas de la disfagia en adultos mayores?

La disfagia se caracteriza por la dificultad para tragar, lo cual interfiere o complica el proceso de deglución, es decir, el paso de sustancias, ya sean sólidas o líquidas, desde la boca hasta el estómago. Esta condición puede llevar a que la persona mayor se torne dependiente, incapaz de alimentarse por sí misma.

La disfagia puede manifestarse de diversas formas: desde problemas para iniciar el proceso de tragar hasta dificultades al tragar líquidos o sólidos.

En los adultos mayores, esta condición puede ser el resultado de varios factores, incluyendo:

  • Problemas neurológicos: como accidentes cerebrovasculares, enfermedad de Alzheimer, Parkinson o demencia.
  • Debilitamiento de los músculos de la boca y la garganta: asociado con el envejecimiento y enfermedades como la esclerosis múltiple o la distrofia muscular.
  • Problemas con el sistema nervioso que controla la deglución.
  • Condiciones médicas: como reflujo ácido crónico, cáncer de cabeza y cuello, o lesiones en la garganta o el esófago.

Tipos de disfagia en personas mayores

Existen diferentes tipos de disfagia en personas mayores, como la disfagia orofaríngea y la disfagia esofágica, que afectan distintas etapas del proceso de la deglución.

Cada tipo de disfagia en adultos mayores presenta síntomas específicos que pueden variar en intensidad y gravedad.

La identificación del tipo de disfagia en personas mayores es el primer paso para determinar el enfoque terapéutico más adecuado.

En las personas mayores, la disfagia puede clasificarse principalmente en dos tipos, según el origen del problema:

Disfagia orofaríngea o disfagia alta

Este tipo de disfagia se produce cuando hay dificultades para iniciar el proceso de deglución. Es decir, el problema se encuentra en la boca, la garganta o el esófago superior.

En las personas mayores, esto puede deberse a debilidad en los músculos involucrados en la deglución, problemas neurológicos que afectan la coordinación de los músculos para tragar, o enfermedades que causan obstrucciones físicas en la garganta o el esófago superior.

Los síntomas incluyen dificultad para comenzar a tragar, sensación de que los alimentos se quedan atascados en la parte superior del cuello o detrás del esternón, tos o atragantamiento durante o después de comer, entre otros.

Disfagia esofágica o disfagia baja

Este tipo afecta principalmente al esófago, el tubo que conecta la garganta con el estómago. Puede ser causada por problemas en el músculo esofágico que impiden que los alimentos se muevan correctamente hacia el estómago, estrechamientos (estenosis) o bloqueos en el esófago, o trastornos del movimiento esofágico (como la acalasia).

En las personas mayores, la disfagia esofágica puede deberse a condiciones crónicas, como el reflujo gastroesofágico, que puede causar inflamación o cicatrices en el esófago, o por cambios relacionados con la edad en la estructura y función del esófago.

Los síntomas incluyen sensación de que los alimentos se quedan atascados en el pecho, dolor al tragar, pérdida de peso involuntaria, entre otros.

Ambos tipos de disfagia en personas mayores requieren una evaluación cuidadosa para determinar su causa subyacente y el tratamiento adecuado.

Signos de alarma por disfagia en personas mayores

signos de alerta de disfagia en adultos mayores

el atragantamiento repetido y la tos constante al comer son signos de alerta de disfagia en adultos mayores

La disfagia orofaríngea puede afectar significativamente el bienestar de quienes la experimentan y suele volverse más común en adultos mayores que enfrentan ciertos niveles de ansiedad.

Es habitual que los adultos mayores afectados por este trastorno muestren los siguientes signos:

  • Tos y/o carraspeo constante al ingerir alimentos, ya sea durante las comidas o posteriormente.
  • Salivación excesiva y problemas para manejar la saliva.
  • Acumulación de restos de comida en la boca, incluyendo el almacenamiento de alimentos en las mejillas.
  • Aumento del tiempo necesario para consumir alimentos.
  • Ingesta de alimentos en porciones pequeñas debido a dificultades para tragar.
  • Episodios recurrentes de atragantamiento.
  • Cambios en la voz, como ronquera o pérdida total de la misma.
  • Reducción inexplicable del peso y de la masa muscular.
  • Fiebre y episodios de infecciones respiratorias.
  • Sensación de hipo o malestar en el pecho después de comer.
  • Regurgitación de la comida tras su ingestión.

Es importante estar atento a los síntomas de la disfagia en personas mayores para poder intervenir de manera temprana y prevenir complicaciones asociadas.

La presencia de varios síntomas de disfagia en adultos mayores requiere una evaluación clínica detallada para determinar el tratamiento más adecuado.

Diagnóstico de la disfagia en personas mayores

diagnostico de disfagia en ancianos y adultos mayores

diagnostico de disfagia en ancianos y adultos mayores

Evaluación clínica y pruebas de diagnóstico

Para diagnosticar la disfagia en personas mayores, es necesario realizar una evaluación clínica exhaustiva. El médico puede realizar pruebas específicas, como la videofluoroscopia o la endoscopia, para evaluar la deglución y detectar posibles dificultades en el proceso. Estas pruebas permiten visualizar el paso del alimento y determinar el nivel de compromiso de la deglución.

Identificación de la causa subyacente de la disfagia en personas mayores

Una vez se ha confirmado la presencia de disfagia en un paciente mayor, es esencial identificar la causa subyacente de esta condición. Para determinar la causa específica, se pueden requerir pruebas adicionales, como análisis de sangre, estudios de imagen o pruebas de función del músculo esofágico.

Tratamiento de la disfagia en personas mayores

El tratamiento de la disfagia en personas mayores es fundamental para mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones como la desnutrición, la deshidratación y la neumonía por aspiración.

Las estrategias de tratamiento de la disfagia en personas mayores pueden incluir ejercicios de rehabilitación específicos para mejorar la fuerza y coordinación de los músculos implicados en la deglución, cambios en la dieta (como modificar la consistencia de los alimentos), tratamientos para las condiciones subyacentes (como medicamentos para el reflujo ácido) y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos.

Estrategias de manejo y tratamiento de la disfagia en ancianos

El manejo y tratamiento de la disfagia en personas mayores es multidisciplinario e incluye la colaboración entre médicos, terapeutas del habla, nutricionistas y cuidadores.

Algunas estrategias comunes son:

Adaptaciones en la dieta y consistencia de los alimentos

Las personas mayores con disfagia enfrentan limitaciones significativas para consumir alimentos sólidos, secos, pegajosos o aquellos que liberan líquidos al masticar, como algunas frutas.

En consecuencia, en entornos como residencias, la nutrición se considera parte del tratamiento y se debe diseñar una dieta específica, seleccionando cuidadosamente los alimentos permitidos y excluyendo los prohibidos, e intentando variar la dieta lo máximo posible para evitar la monotonía.

La adaptación de los menús dependerá del nivel de disfagia de cada persona y de la viscosidad recomendada, pero, en general, los alimentos deberían presentar:

  • Una textura homogénea y suave, libre de grumos o huesos, siendo los purés una excelente alternativa para reducir el esfuerzo al comer.
  • Se deben evitar las texturas mixtas de líquidos y sólidos en un mismo plato, como mezclar galletas o bizcochos con leche.
  • Para los líquidos, se aconseja el uso de espesantes comerciales o gelatinas que no se diluyan fácilmente con la saliva.
  • Evitar alimentos como la sandía, el melón, las naranjas, frutas y verduras con semillas pequeñas como el kiwi o las fresas, o aquellos que puedan licuarse, como ciertos helados.
  • Excluir bebidas alcohólicas o carbonatadas.
  • Preferir alimentos fríos o calientes sobre aquellos tibios.
  • Omitir alimentos pegajosos que puedan adherirse al paladar.

Presentación de los Alimentos

Para fomentar el apetito y el disfrute de la comida, es importante que los platos sean visualmente atractivos y creativos. Se pueden incorporar salsas espesas para añadir color, servir purés con moldes de helado para una presentación más interesante, y variar los menús frecuentemente para evitar la repetición.

Modificación de la postura durante la alimentación

La postura adecuada durante la ingesta de alimentos puede facilitar la deglución y reducir el riesgo de aspiración.

  • Sentarse en posición erguida durante las comidas.
  • Inclinar la cabeza ligeramente hacia adelante al tragar.
  • No hablar mientras se come para evitar distracciones.

Intervención de un equipo de profesionales de la salud

Es fundamental contar con la colaboración de diversos especialistas para abordar de manera integral la disfagia en personas mayores.

El equipo de salud puede estar compuesto por:

  • Médicos especialistas en geriatría o digestología.
  • Logopedas para trabajar en la rehabilitación de la deglución.
  • Dietistas para planificar una alimentación balanceada y adaptada.
  • Fisioterapeutas para realizar ejercicios que ayuden a fortalecer los músculos utilizados en la deglución.

Tecnologías de asistencia

Uso de dispositivos específicos, como sorbetes especiales o utensilios adaptados, para mejorar la ingesta de alimentos y líquidos.

Impacto de la disfagia en personas mayores

La disfagia en personas mayores puede tener efectos significativos en la calidad de vida y en la salud general de los individuos que la padecen.

Consecuencias de la disfagia en la calidad de vida

La disfagia no solo dificulta la alimentación, sino que también puede llevar a complicaciones graves como la desnutrición, la aspiración de alimentos hacia los pulmones (causando neumonía por aspiración) o la deshidratación.

Además, puede tener un impacto emocional significativo, llevando a la pérdida de placer asociado con la comida y a sentimientos de aislamiento en eventos sociales.

  • Dependencia en la alimentación: La dificultad para tragar puede llevar a una mayor dependencia de terceros para la ingesta de alimentos, lo que puede afectar la autonomía y la dignidad de la persona.
  • Riesgo de desnutrición: La disfagia puede limitar la capacidad de satisfacer las necesidades nutricionales adecuadas, lo que aumenta el riesgo de desnutrición y debilidad.
  • Aislamiento social: Las dificultades para alimentarse pueden llevar a situaciones de vergüenza o incomodidad en entornos sociales, lo que puede resultar en aislamiento y afectar las interacciones sociales.

Prevención de complicaciones asociadas a la disfagia en adultos mayores

  • Monitorización constante: Es importante realizar un seguimiento continuo de la alimentación y la deglución en personas mayores con disfagia para detectar posibles complicaciones a tiempo.
  • Educación del paciente y cuidadores: Proporcionar información sobre la disfagia y las medidas de prevención puede contribuir a una mejor gestión de la condición y a reducir el riesgo de complicaciones.
  • Colaboración interdisciplinaria: La intervención de un equipo de profesionales de la salud, que incluya médicos, logopedas y dietistas, es clave para abordar de manera integral la disfagia y prevenir posibles complicaciones.

Importancia del apoyo y la comprensión

La disfagia puede ser desafiante tanto para quienes la experimentan como para sus cuidadores. La paciencia, el conocimiento y el apoyo emocional son fundamentales para ayudar a los adultos mayores a lidiar con esta condición.

También es esencial la educación continua para los cuidadores sobre cómo proporcionar alimentos y líquidos de manera segura y cómoda.

Enfoque adecuado de la disfagia en ancianos

La disfagia en personas mayores es un problema significativo que afecta tanto la nutrición como la calidad de vida. La identificación temprana, el tratamiento adecuado y el apoyo continuo son cruciales para garantizar que aquellos que viven con disfagia puedan disfrutar de comidas seguras y placenteras.

Un enfoque compasivo y holístico es esencial para mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan este desafío en su día a día.