Envejecer con salud

Como adultos mayores todas las personas deseamos envejecer saludablemente, y hacerlo consiste en tomar decisiones positivas para alimentar nuestra mente, cuerpo y alma.

El objetivo de un envejecimiento saludable para las personas mayores debe ser mantener nuestra felicidad y seguridad.

Envejecer no es algo que tengas que temer; aunque muchos adultos mayores tienen al menos uno de estos miedos comunes al envejecimiento.

  • Pérdida de independencia.
  • El deterioro de la salud.
  • Quedarse sin dinero.
  • No poder vivir en casa.
  • Muerte del cónyuge o de otro familiar.
  • Incapacidad para realizar las actividades de la vida diaria.
  • No poder conducir.
  • Aislamiento o soledad.
  • Cuidados por parte de extraños.
  • Miedo a caerse o hacerse daño

Todos tenemos la oportunidad de cambiar la mentalidad de jóvenes y mayores y ayudarles a pasar del miedo a la esperanza.

El envejecimiento saludable para los adultos mayores es un enfoque holístico de la vida saludable centrado en la mente, el cuerpo y el alma.

Satisfacer estas necesidades a un nivel fundamental es la base de un envejecimiento activo y saludable.

10 consejos para un envejecimiento saludable a cualquier edad.

1. Mantente activo

Mantente o inicia un estilo de vida activo y saludable. Para tener una buena salud física, haz que la actividad física forme parte de cada día. Mantenerse activo ayuda a mantener la masa muscular.

El ejercicio regular puede incluir caminar, trabajar en el jardín, estirarse, subir escaleras y hacer ejercicios de fuerza, como el uso de pesas ligeras o bandas de resistencia.

Los estudios demuestran que las personas que hacen ejercicio, no sólo viven más, sino que viven mejor y tienen una mayor capacidad funcional.

2.Alimentación saludable: Come bien

Mantén una dieta sana, diversa y balanceada. Es esencial que consumas frutas, verduras y fibra en abundancia, pues no solo te ayudarán a regular tu peso, sino que también reforzarán tu sistema inmunológico.

Una alimentación saludable aumenta el número de frutas y verduras y reduce el sodio y el tamaño de las raciones. Consume varios tipos de frutas y verduras; cuanto más colorido sea el plato, ¡mejor!

De igual manera, debes reducir el consumo de grasas por lo que es una buena idea beber lácteos bajos en grasa, elimina de tu dieta azúcares procesados y sal, e incluye cereales o granos integrales, proteínas de alta calidad provenientes del pescado, leguminosas y frutos secos.

No olvides la importancia de una correcta hidratación para expulsar toxinas y potenciar tu vitalidad.

Te ayudará a mantener un peso saludable lo que redundará en una mejora de tu estado de salud y calidad de vida.

3. Practica la prevención

Asegúrate de que el hogar es un entorno seguro y libre de peligros de tropiezo para evitar un mayor riesgo de caídas que pueden ser perjudiciales para un envejecimiento saludable.

También es importante no descuidar esas revisiones anuales de la vista, dentales y de salud para estar al tanto de cualquier cambio en la salud.

Si fumas y alguna vez has pensado en dejar de fumar, nunca es demasiado tarde.

Cuando una persona deja de fumar, se empieza a reducir el riesgo de sufrir varias enfermedades cardiacas, respiratorias… Los beneficios para tu salud comienzan casi de inmediato y continúan mejorando con el tiempo.

Aunque dejar de fumar tiene beneficios inmediatos, algunos efectos del tabaquismo pueden persistir o no ser completamente reversibles, dependiendo de la duración e intensidad del hábito previo y de factores individuales.

Aun así, dejar de fumar es uno de los cambios de estilo de vida más beneficiosos que una persona puede hacer por su salud.

4. Conoce tu estado de salud: Atención médica

Defender tu salud es responsabilidad tuya.

Aunque los miembros de la familia y los cuidadores deben estar al tanto de tu estado de salud, eres tú quien  debe tomar la iniciativa para controlar tus medicamentos, solicitar atención médica cuando la necesites, hacerse chequeos regulares y un seguimiento de ellos con tu médico.

Seguir tu plan de salud te ayudará en la prevención de enfermedades y es un componente vital de un envejecimiento saludable.

5. Duerme lo suficiente y cuida tu postura

El cuerpo debe descansar para rejuvenecer. Desarrollar hábitos saludables como tener un horario o una rutina a la hora de acostarte, para dormir regularmente entre 7 y 9 horas al día es fundamental para envejecer con éxito y salud.

Al dormir, es recomendable que lo hagas de lado. Cuando desees levantarte de la cama, en vez de hacerlo directamente, gírate de lado, desliza tus piernas fuera y levántate usando ambos brazos como apoyo en el colchón.

Cuida la forma en que te sientas y te mueves. Al caminar, evita arrastrar los pies y opta por un calzado y un tacón que te resulten cómodos.

Si has estado sentado por un rato, al levantarte, hazlo despacio para prevenir una caída repentina de la presión arterial y evitar sentirte mareado.

6. Cultiva las relaciones

Mantente en contacto con las personas que te importan. Evita el aislamiento social. En la tercera edad es importante contar con un sistema de apoyo y una red social.

Se ha demostrado que una activa vida social y familiar mantiene la mente activa. Utiliza tecnología como Skype, FaceTime o redes sociales para mantener la comunicación y las visitas con amigos y familiares.

7. Involucra a tu cerebro

Es importante seguir utilizando la mente a medida que envejeces. Las investigaciones demuestran que adquirir nuevas habilidades y/o realizar pasatiempos y actividades que mantienen activo el cerebro pueden retrasar el deterioro de la memoria que conduce a la demencia.

Aunque es esencial estar activo mentalmente durante toda nuestra existencia, es crucial en la etapa de la tercera edad para ayudarte a tratar de esquivar, mantener a raya o retrasar posibles problemas de salud mental como la pérdida de memoria.

Estas actividades pueden incluir leer, escribir o hacer crucigramas. Nunca dejes de aprender. Nunca eres demasiado viejo para aprender un truco nuevo.

Asimismo, participar en el entorno social y familiar ayuda a mantener al máximo las habilidades funcionales del individuo. La conocida frase ‘Mens sana in corpore sano’ es más relevante que nunca, ya que un óptimo bienestar mental y emocional es la base para adoptar y seguir otras recomendaciones de cuidado.

8. Reduce el estrés

Para el adulto mayor, el proceso de envejecimiento y los cambios que conlleva pueden causar estrés y afectar la salud cognitiva, lo cual puede desembocar en ansiedad y depresión.

Centrarte en lo bueno y comprender los factores desencadenantes del estrés son formas clave de identificar y mitigar el estrés.

Encuentra formas saludables de controlar el estrés. Ya sea haciendo ejercicio físico, escribiendo un diario o buscando asesoramiento profesional, es crucial saber cómo puedes aliviar el estrés con éxito.

9. Utiliza tu tiempo de forma productiva

Dedica tiempo a los intereses que le gustan, tanto individual como socialmente. Programar estas actividades garantizará que las lleves a cabo.

El voluntariado puede ser una forma poderosa de comprometer la mente y el alma.

10. Acepta el envejecimiento

El envejecimiento es algo que nadie puede evitar o de lo que nadie puede huir.

Acepta el proceso y sintonice con sus pensamientos y emociones. Asegúrate de que son positivos y afirmativos. Concéntrate en lo que puedes hacer en lugar de en las limitaciones que puedas tener.

No dejes que la puesta en práctica de estos 10 consejos para envejecer de forma saludable te abrume.

Empieza poco a poco añadiendo uno o dos de estos consejos a su rutina habitual y ves añadiendo más a medida que tu mente, cuerpo y alma estén preparados.