Vamos a hablar de cuales son los principales motivos para ingresar en una residencia a una persona mayor ya sean tus padres, familiares o amigos.
¿Cuáles son los motivos para ingresar en una residencia a una persona mayor?
Los principales motivos para ingresar a una persona mayor en una residencia son:
- El deterioro físico o cognitivo que requiere atención especializada.
- Alta dependencia en actividades diarias.
- Soledad o aislamiento.
- Incapacidad de los familiares para brindar cuidados adecuados.
- Garantizar su seguridad ante riesgos como caídas o accidentes.
Sigue leyendo para ver cuales son las principales razones por las que sería conveniente ingresar a tus familiares mayores en una residencia.
Te ayudaremos a que conozcas los principales motivos para tomar la difícil decisión de si es o no el momento de tomar este camino.
¿Cuáles son los requisitos para internar a un anciano en un geriátrico?
Para ingresar a una persona mayor en una residencia geriátrica, se deben cumplir ciertos requisitos que varían según el tipo de centro y la comunidad autónoma. Generalmente, los criterios incluyen:
- Edad: Tener 65 años o más.
- Grado de dependencia: Contar con un grado de dependencia reconocido, especialmente para residencias públicas.
- Empadronamiento: Estar empadronado en la comunidad autónoma donde se ubica la residencia.
- Estado de salud: No padecer enfermedades infectocontagiosas activas ni trastornos mentales graves que puedan alterar la convivencia.
- Documentación: Presentar DNI, tarjeta sanitaria, informes médicos actualizados y, en caso de incapacidad legal, la sentencia correspondiente.
Las residencias privadas suelen tener criterios de admisión más flexibles, mientras que las públicas requieren una evaluación más estricta y pueden implicar listas de espera.
¿Cuándo ingresar a una persona mayor en una residencia?
Veamos las 5 razones principales para llevar a un ser querido a una residencia de ancianos
1. No puede cuidar de sí mismo
Si tu ser querido no puede cuidar de sí mismo, es una señal inequívoca de que puede necesitar una residencia.
Otras señales de cuándo es el momento de ingresar a un padre en una residencia de ancianos son que:
- Necesita ayuda para casi cualquier actividad de la vida cotidiana: comer, ir al baño, ponerse de pie, caminar, acostarse y realizar las rutinas de higiene personal.
- Ya no se acuerda de comer, bañarse o realizar otras tareas importantes.
- Suelen estar confusos y olvidadizos, incluso en situaciones familiares.
- Acaban en situaciones peligrosas debido a su confusión.
Sin embargo, aunque una residencia de ancianos es una opción viable, quizás no es la mejor idea internar inmediatamente a su ser querido en estas instalaciones.
Los cuidados a domicilio tienen algunas ventajas que no pueden ofrecer las residencias de ancianos.
Por un lado, podrás pasar mucho más tiempo con tu familiar. Como ya no tendrás que ser el cuidador principal, tendrás más tiempo para relajarse con tu ser querido. Podrás hablar, jugar, ver películas y permitir que se sienta relajado y querido.
Los cuidados en casa también proporcionan a tus padres un entorno más cómodo y familiar para descansar.
No se sentirán confundidos por el cambio de escenario y la falta de caras conocidas.
Otra opción que también puede ser factible antes de la residencia para mayores, es un centro de día.
En los mismos podrán atender a tu familiar en un horario que normalemente puede ir desde las 8 o 9 de la mañana hasta las 5 o 6 de la tarde. En la mayoría de las ocasiones, los centros de día te ofrecen el servicio de transporte desde casa al centro de día.
2. Te sientes constantemente agotado
Cuando tienes que cuidar a un padre anciano por tu cuenta, es probable que se sientas agotado y mentalmente mal.
Después de todo, es físicamente exigente y emocionalmente agotador supervisar el cuidado de un ser querido cuando éste no puede hacerlo por sí mismo.
Tomar la decisión de ingresar en una residencia de ancianos puede hacer que te sientas culpable, pero realmente es lo mejor.
Si no te encuentras bien o no eres feliz, tu estado de ánimo se contagiará a tus padres ancianos y los angustiarás aún más. Tampoco podrás ayudarles cuando estés físicamente agotado y exhausto, ya que no puedes concentrar toda tu energía en ellos.
Sin embargo, el hecho de que no puedas cuidar de tu ser querido tú solo, no significa que tenga que ser ingresado inmediatamente en una residencia de ancianos.
Existen opciones de cuidados en el hogar que pueden facilitarle la vida y permitirle obtener el descanso que necesita y merece.
También pueden ayudar a que sus padres se sientan menos solos porque tendrán la posibilidad de aceptar visitas en cualquier momento. Además, un cuidador a domicilio proporcionará a tus padres compañía.
3. Necesidad de cuidados profesionales
Cuando se requieren cuidados profesionales para garantizar que tu progenitor tenga los medios para vivir cómodamente, muchas personas determinan que su progenitor necesita ir a una residencia de ancianos.
Esta es una decisión completamente válida porque les permite tener la oportunidad de recibir cuidados expertos las 24 horas del día.
Las residencias de ancianos también ofrecen una comunidad establecida de la que su progenitor puede formar parte y en la que se organizan actividades destinadas a involucrar a las personas mayores.
Sin embargo, ¿Qué ocurre si tu anciano progenitor se niega a ir a una residencia? ¿Y si quiere quedarse en su propia casa?
La asistencia domiciliaria es una alternativa que permite a tu familiar mayor recibir atención profesional.
Es una buena opción cuando tu progenitor es parcialmente autosuficiente o cuando tu puedes encargarte de cuidarlo durante algunas horas.
Asegúrate de investigar y considerar esta opción potencialmente más cómoda antes de decidir ingresar a un ser querido en una residencia de ancianos.
4. No vives cerca
Aunque probablemente estés dispuesto a quedarte en casa y ayudar a tus padres ancianos, puede que esto no sea posible durante largos periodos de tiempo.
El trabajo y otras obligaciones pueden interponerse en el camino, y es injusto esperar que dejes tu trabajo o pongas tu carrera en espera indefinidamente.
Tener un cuidador a domicilio funcionará si tus padres son, al menos en parte, autosuficientes.
Pero si no lo son, la mejor opción es una residencia de ancianos. Puedes asegurarte de que tus seres queridos reciban los cuidados que necesitan, siempre que los necesiten.
Así podrás volver a tu casa, a tu vida y a tu carrera habituales. Aunque es probable que esto te haga sentir culpable, recuerda que tú y tu medio de vida también son importantes.
Siempre puedes ir a visitar a tus padres los fines de semana largos y pasar tiempo con ellos.
5. Has agotado las alternativas
Aunque los cuidados en el hogar son una alternativa más cómoda y, en general, mejor que una residencia de ancianos, a veces no son suficientes.
Después de probar las alternativas en el hogar, puedes determinar que lo mejor es encontrar una residencia de mayores para tus padres.
Cuando investigues, comprueba las credenciales de los profesionales que trabajan en el centro que está considerando.
Además, asegúrate de que las críticas de la comunidad son positivas. Incluso puedes programar una visita a la residencia de ancianos y asegurarte de que el edificio está bien mantenido y los residentes están contentos.
Aunque una residencia de ancianos puede parecer el último recurso, a veces es realmente la opción correcta.
¿Qué hacer si un anciano no quiere ir a una residencia?
Si un anciano no quiere ir a una residencia, habla con empatía, escucha sus preocupaciones y ofrécele participar en la elección. Destaca beneficios como seguridad y atención médica, proponle estancias temporales y busca apoyo profesional para facilitar la adaptación respetando siempre su autonomía.
Más allá de las razones para llevar a los padres ancianos a una residencia
Ahora que conoces algunas de las razones por las que se ingresa a los padres ancianos en residencias, debes saber que existen excelentes alternativas.
Una de las mejores alternativas a las residencias de ancianos es la atención domiciliaria, que permite a su ser querido envejecer en su casa.
Con los cuidados a domicilio, un cuidador profesional acude a la casa de su ser querido y le ayuda con las actividades de la vida diaria. Estos cuidadores están formados en una amplia gama de habilidades de cuidado, como los servicios de cuidado personal y las necesidades de cuidado avanzado.
Así que si tu ser querido simplemente necesita algo de ayuda en la casa o está sufriendo de demencia, un cuidador en el hogar puede proporcionarles la asistencia que necesitan.
Sabemos que es un momento difícil, pero recuerda que no estás solo.
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