¿Qué es el ingreso de urgencia en una residencia de ancianos?

Dado que se trata de un tema en el que la mayoría de la gente no piensa hasta que se ve obligada a hacerlo, es normal que surjan preguntas. El sistema sanitario puede ser complicado y confuso, incluso para quienes están familiarizados con el proceso.

Un ingreso de urgencia en una residencia de ancianos es cualquier ingreso que no se haya planificado con antelación. Puede haber ocasiones en las que el ingreso en una residencia de ancianos para estabilizar al paciente antes de darle el alta en otro lugar tenga sentido.

Aunque las personas pueden permanecer en el hospital el tiempo necesario para tratar su enfermedad, puede llegar un momento en que ya no sea necesaria la hospitalización, pero el paciente no pueda volver a casa sin peligro.

En otras situaciones, tal vez el paciente haya intentado la rehabilitación en un centro de enfermería especializada, pero no ha progresado lo suficiente como para continuar con los servicios de rehabilitación o volver a casa.

¿Se puede obligar a una persona mayor a ingresar en una residencia?

Si eres un familiar de alguna persona mayor discapacitada o con alto grado de dependencia, es normal que te hayas hecho esta pregunta.

No se le puede ingresar sin su consentimiento, debes conseguir una incapacitación legal.

¿Qué es la incapacitación legal?

Estar incapacitado significa que una persona ya no es capaz de cuidar de sí misma o de sus asuntos. Puede ser por un periodo de tiempo corto o permanente, y puede abarcar asuntos como la gestión patrimonial, financiera y jurídica.

La incapacitacion legal de ancianos y personas mayores suele pedirse en casos de enfermedades degenerativas tales como Alzheimer o demencia. La demencia provoca graves pérdidas de memoria, confusión, problemas de concentración y una disminución de la capacidad para realizar tareas de forma independiente.

Las lesiones físicas graves, la entrada en coma, ciertas enfermedades mentales, los defectos congénitos, los impedimentos intelectuales y la vejez también pueden dar lugar a una incapacidad legal.

No se puede «obligar» legalmente a una persona que no lo desee a ingresar en una residencia de mayores sin su consentimiento a menos que el Juez haya dictado incapacidad legal.

Ello implica que:

  • Se haya demostrado que la persona es incapaz de valerse por sí misma, que existen problemas de seguridad, y/o que necesita cuidados continuos de enfermería,
  • y/o que los cuidados en su propio domicilio no son una opción viable
  • y/o que no existen otros entornos de alojamiento alternativos para esa persona.

¿Se puede obligar a una persona con Alzheimer o demencia?

Si el médico de cabecera o especialista de su ser querido mayor le ha diagnosticado demencia o Alzheimer, sigue teniendo derecho legal a tomar decisiones, siempre que pueda demostrar que tiene capacidad mental para comprender y tomar decisiones sensatas por sí mismo.

La persona con demencia mantiene el derecho a tomar sus propias decisiones mientras tenga capacidad legal.

Incluso aunque tengas poder notarial, esto no te otorga como apoderado la autoridad para anular la toma de decisiones del poderdante, hasta que la persona con demencia deja de tener capacidad legal…

En la mayoría de los casos, una persona que vive en la fase inicial de la enfermedad es capaz de comprender el significado y la importancia de un determinado documento legal, lo que significa que probablemente tenga la capacidad legal (la capacidad de comprender las consecuencias de sus actos) para ejecutarlo (llevarlo a cabo firmándolo).

Por supuesto, todo esto puede ser muy complicado, dependiendo de la fase de la enfermedad en la que se encuentre y de lo cooperativo (o no) que sea.

Sería muy aconsejable hablar con un abogado especializado en derecho de la tercera edad tan pronto como a tu ser querido le diagnostiquen demencia o Alzheimer o cualquier otra enfermedad que acabe mermando su capacidad cognitiva.

A fin de cuentas, aunque sea en el mejor interés de la persona, trasladarse a una residencia de mayores es una decisión difícil y emotiva para las personas mayores, así como para los hijos adultos.

Contar con la ayuda de un trabajador social u otro profesional (por ejemplo, un abogado especializado en derecho de la tercera edad) puede ayudarte a tomar la mejor decisión para todos los implicados.

Instituto Geriátrico Valenciano ofrece apoyo a sus nuevos residentes y familias para ayudarles en el proceso de transición, así como en el cuidado continuado por parte de la familia.

¿Quién puede ser admitido de urgencia en una residencia de ancianos?

Teniendo esto en cuenta,

¿quién puede solicitar el ingreso de urgencia en una residencia de ancianos?

¿Es algo de lo que cualquiera puede beneficiarse en caso de necesidad?

La normativa determina la cualificación para un ingreso de emergencia en una residencia de ancianos o para cualquier ingreso en una residencia de ancianos. Se puede pensar en un ingreso en una residencia de ancianos como un último recurso en el que no hay alternativas viables.

El ingreso de urgencia en una residencia de ancianos implica que la estancia será de corta duración, pero todo depende de si el paciente puede recuperarse hasta el punto de que sea posible un ingreso menos restrictivo.

Teniendo esto en cuenta, estas son las personas que reúnen los requisitos para un ingreso urgente en una residencia de ancianos:

Personas con una necesidad médica inmediata

Por otra parte, no todas las necesidades médicas pueden ser atendidas por la asistencia sanitaria a domicilio a corto plazo. La asistencia sanitaria a domicilio sólo proporciona intervenciones médicas intermitentes, no atención las 24 horas del día o a demanda.

Algunos de los problemas médicos que podrían hacer necesaria una estancia en una residencia de ancianos:

  • Medicación intravenosa, cuidado de catéteres, diálisis renal, sondas de alimentación o respiradores, incontinencia en cama
  • El deterioro funcional describe lo que le ocurre a una persona cuando sufre una enfermedad o debilidad general debido a afecciones neurológicas, un derrame cerebral, un infarto de miocardio, una diabetes no controlada o cualquier otra afección.

A medida que las personas envejecen, les resulta más difícil recuperarse debido a la pérdida de masa muscular, la falta de equilibrio o el deterioro cognitivo.

Algunos ejemplos de deterioro funcional son:

  • Dificultades para vestirse y desvestirse.
  • Necesidad de ayuda para bañarse con seguridad.
  • Ayuda con la higiene, como cepillarse los dientes o ir al baño.
  • Ayuda para sentarse y levantarse de la cama o de una silla.
  • Gestión de la medicación.

Personas con Alzheimer o deterioro cognitivo grave

Del mismo modo, las personas con enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia pueden presentar síntomas cognitivos graves como deambulación, agresividad, paranoia, delirios y problemas de memoria.

Algunas comunidades no permiten el ingreso en una residencia basándose únicamente en un diagnóstico psiquiátrico.  La demencia suele ir acompañada de problemas funcionales y médicos que requieren una estrecha supervisión debido al deterioro cognitivo.

Personas con el alta de un centro de paliativos

Por último, en raras ocasiones, algunas personas pueden recibir el alta de un centro de cuidados paliativos porque la afección que lo calificaba está en remisión o ya no supone una amenaza para su vida.

Sin embargo, eso no significa que el paciente no tenga grandes necesidades que no puedan satisfacerse en casa o en una residencia asistida. Por ejemplo, si una persona está confinada en casa, tiene un catéter permanente y necesita cuidados las 24 horas del día, puede que tenga derecho a ingresar en una residencia de ancianos tras el alta del centro de paliativos.

Proceso de ingreso o admisión urgente en una residencia de ancianos

Ahora que ya sabes quién puede optar a este servicio, ¿cómo funciona el proceso?

El proceso de ingreso de urgencia en una residencia de ancianos depende de dónde se encuentre el paciente cuando se toma la decisión de ingresarlo en una residencia.

La mejor manera de entenderlo en la práctica es viendo algunos escenarios posibles y cómo cada uno de ellos puede afectar al proceso.

El paciente está en el hospital

Para empezar, el proceso más habitual para el ingreso de urgencia en una residencia de ancianos es a través del hospital. El médico del hospital y el planificador de altas reúnen toda la documentación para el ingreso desde el hospital.

El paciente está en casa

Por otro lado, coordinar un ingreso de urgencia en una residencia de ancianos desde casa puede resultar estresante y confuso. El primer paso es localizar una residencia de ancianos que consideres que proporciona el nivel adecuado de cuidados.

Encontrar una buena residencia puede ser un reto, pero consulta a un médico para que te recomiende una.

Si tienes tiempo, visita en persona la residencia que esté considerando. Con una visita espontánea se puede saber mucho.