La vejez prematura en adultos es un fenómeno que ocurre cuando una persona muestra signos de envejecimiento antes de lo esperado. A menudo, se asocia con el deterioro de las capacidades físicas y mentales.

Las causas de la vejez prematura pueden ser diversas, desde factores genéticos hasta un estilo de vida poco saludable, estrés crónico, exposición a contaminantes ambientales o enfermedades crónicas.

En algunos casos, el deterioro de las capacidades físicas y mentales puede ser progresivo y afectar la calidad de vida de la persona. Por lo tanto, es importante prestar atención a los síntomas tempranos y tomar medidas preventivas para retrasar la aparición de la vejez prematura.

Síntomas de la vejez prematura o envejecimiento prematuro

Todos envejecemos, pero el envejecimiento prematuro se produce más rápido de lo que debería. Las causas suelen ser factores ambientales y de estilo de vida.

  • Los síntomas físicos pueden incluir fatiga, debilidad muscular, problemas de movilidad y equilibrio, cambios en la visión y audición, pérdida de la elasticidad de la piel, y la aparición temprana de enfermedades crónicas como la osteoporosis o la artritis.

Los signos físicos más evidentes del envejecimiento prematuro aparecen en la piel, con arrugas, manchas, sequedad o pérdida de tono.

  • En cuanto a los síntomas mentales, pueden incluir pérdida de memoria, dificultad para concentrarse, problemas de aprendizaje, cambios en el comportamiento y en la personalidad, y depresión. Además, la vejez prematura también puede afectar la capacidad de realizar actividades diarias y disminuir la independencia de la persona. 

Unos hábitos de vida saludables pueden ayudar a detener y prevenir un mayor envejecimiento prematuro.

¿Cuáles son las causas de la vejez prematura en adultos?

Con el paso del tiempo, nuestro cuerpo envejece de forma natural. La vejez prematura en adultos se produce cuando los efectos típicos de la edad se manifiestan antes de tiempo.

Es cuando tu cuerpo parece más viejo que tu edad real.

En la mayoría de los casos, el envejecimiento prematuro se debe a factores controlables y evitables. Esto se denomina envejecimiento extrínseco.

Vejez prematura y Alimentación

Una alimentación rica en grasas saturadas, carbohidratos refinados y azúcares puede provocar inflamación crónica en el cuerpo, lo que a su vez puede acelerar el envejecimiento.

Además, una dieta pobre en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes puede contribuir a la degeneración de las células y tejidos del cuerpo.

Veamos que medidas puedes tomar para no seguir un proceso de envejecimiento prematuro acelerado.

  • Para evitar la vejez prematura, se recomienda una dieta equilibrada que incluya una variedad de frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos complejos.
  • Además, es importante limitar el consumo de alimentos procesados, alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares, y alcohol.
  • La hidratación también es esencial para mantener la piel y los tejidos saludables, por lo que se debe beber suficiente agua durante todo el día.

Al hacer cambios en la dieta y optar por alimentos más saludables, se puede reducir el riesgo de vejez prematura y mejorar la calidad de vida a largo plazo.

Envejecimiento por la exposición solar

La exposición a la luz es una de las principales causas del envejecimiento prematuro:

La exposición al sol causa muchos problemas cutáneos.

  • La luz ultravioleta (UV) y la exposición a la luz solar envejecen la piel más rápidamente de lo que lo haría de forma natural. El resultado se denomina fotoenvejecimiento y es responsable del 90% de los cambios visibles de la piel. La luz UV daña las células de la piel, contribuyendo a cambios prematuros como las manchas de la edad. Esta exposición al sol también aumenta el riesgo de cáncer de piel.
  • La luz visible de alta energía (HEV) y la luz infrarroja son responsables del otro 10% de los cambios cutáneos. La luz HEV (también llamada luz azul) procede del sol y de dispositivos electrónicos como los smartphones. La luz infrarroja es invisible, pero a menudo la sentimos como calor. Estas formas de luz no aumentan el riesgo de cáncer de piel, pero sí afectan al colágeno y a la elasticidad de la piel.

Envejecimiento prematuro por contaminación ambiental

La exposición crónica a sustancias tóxicas en el aire presente en las ciudades como el humo de los coches, sustancias tóxicas en el agua como los fertilizantes y productos para el control de plagas, y las sustancias tóxicas en los alimentos puede provocar daño celular, inflamación crónica y estrés oxidativo en el cuerpo.

Esto afecta negativamente la salud de las células, tejidos y órganos corporales, acelerando el proceso de envejecimiento y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas.

Los síntomas pueden incluir fatiga, dificultad para respirar, problemas de piel, alergias y otros trastornos inflamatorios.

Para prevenir la vejez prematura debido a la contaminación ambiental, es importante minimizar la exposición reduciendo el uso de productos químicos en el hogar, usando purificadores de aire, consumiendo alimentos orgánicos sin aditivos colorantes, conservantes…. y evitar la exposición a contaminantes del aire y el agua.

Alcohol, tabaco y drogas como causas de envejecimiento

Para mantener un envejecimiento saludable, es fundamental evitar el consumo de sustancias como el tabaco, el alcohol y las drogas.

  • Aunque una cerveza ocasional no tiene grandes efectos en el proceso de envejecimiento, la ingesta continua de alcohol puede provocar graves consecuencias para nuestra salud y apariencia física.

El consumo excesivo de alcohol puede dañar el hígado, el sistema nervioso y el sistema cardiovascular

  • Cuando se fuma, las toxinas de la nicotina alteran las células del organismo. Estas toxinas descomponen el colágeno y las fibras elásticas de la piel, provocando flacidez, arrugas y un rostro hueco y demacrado.

El tabaco es altamente perjudicial para la salud y puede contribuir al envejecimiento prematuro de la piel y a la aparición de diversas enfermedades, como el cáncer de pulmón.

  • En el caso de las drogas se ha demostrado que ciertas sustancias como el éxtasis y la metanfetamina pueden dañar el ADN, mientras que los opiáceos y psicoestimulantes pueden afectar la regeneración de células madre.

Estrés

El estrés es una de las principales causas de la vejez prematura en adultos.

Cuando experimentamos niveles elevados de estrés de forma constante, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol, que pueden causar daños en nuestros tejidos y acelerar el proceso de envejecimiento.

Además, el estrés crónico puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental, provocando ansiedad, depresión y trastornos del sueño, que a su vez pueden afectar nuestra calidad de vida y nuestra esperanza de vida.

Para evitar los efectos negativos del estrés, es importante aprender técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o el ejercicio físico, que pueden ayudarnos a reducir los niveles de estrés en nuestro cuerpo y mejorar nuestra salud en general.

Enfermedades que aceleran el envejecimiento

A medida que envejecemos, aumenta la probabilidad de padecer diferentes enfermedades.

Algunas de estas patologías pueden acelerar el proceso de envejecimiento en nuestro cuerpo, ya que pueden afectar negativamente a nuestro sistema nervioso, cardiovascular o motor.

  • Enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson pueden causar un deterioro cognitivo y físico acelerado.
  • Del mismo modo, enfermedades cardiovasculares como la hipertensión o la diabetes pueden afectar negativamente a nuestra circulación sanguínea y a la salud de nuestro corazón.
  • En raras ocasiones, algunos trastornos pueden causar signos de envejecimiento prematuro: Síndrome de Bloom, Síndrome de Cockayne tipo I o tipo III, Síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford, Síndrome de Rothmund-Thomson, Síndrome de Seip, Síndrome de Werner…

Sueño y falta de descanso

Durante el sueño, nuestro cuerpo realiza funciones importantes de reparación y regeneración que son vitales para mantener nuestro organismo en buen estado de salud.

Si no permitimos que nuestro cuerpo tenga el tiempo necesario para llevar a cabo estas funciones, nuestro cuerpo comienza a sufrir un desgaste acelerado que puede conducir a un envejecimiento prematuro.

La falta de sueño también puede afectar negativamente a nuestra capacidad cognitiva, lo que puede llevar a problemas de memoria y concentración.

Es importante asegurarse de tener un buen hábito de sueño y dar a nuestro cuerpo el tiempo y el descanso adecuados que necesita para mantenerse saludable y en óptimas condiciones físicas y mentales.

Otras causas: ejercicio y genética

El ejercicio físico es crucial para mantener una buena salud y prevenir enfermedades, además de ayudarnos a sentirnos bien tanto física como mentalmente.

Además, nos brinda la oportunidad de socializar y relacionarnos con los demás mientras realizamos una actividad saludable. Cada persona puede encontrar una actividad física que se adapte a sus capacidades y necesidades.

Por otro lado, la genética también juega un papel importante en el envejecimiento, y aunque no podemos cambiar nuestros genes, sí podemos trabajar en otros factores de envejecimiento para reducir sus efectos en nuestro cuerpo.

¿Qué puedo hacer para detener o prevenir el envejecimiento prematuro?

Dado que los factores ambientales y de estilo de vida suelen ser la causa del envejecimiento prematuro, unos hábitos diarios saludables pueden mejorarlo.

Si ya tienes signos de envejecimiento prematuro, a continuación le indicamos cómo detenerlo y evitar que empeore:

Evita la exposición al sol

  • Evita la exposición al sol, utiliza protección solar todo el año, incluso si piensas estar a la sombra. Opta siempre por una protección contra los rayos UV de al menos FPS 30 o superior. Lleva ropa protectora, incluido un sombrero y gafas de sol. Evita las cámaras de bronceado y utilice productos autobronceadores.
  • Deja de fumar: si fumas, deja de hacerlo lo antes posible; consulta a tu médico si necesitas ayuda para dejar de fumar.
  • Come más fruta y verdura: Una dieta equilibrada puede frenar el envejecimiento prematuro. Evita comer demasiado azúcar o hidratos de carbono refinados.
  • Reduce el consumo de alcohol: Como el alcohol provoca el envejecimiento prematuro de la piel, reducir su consumo puede ayudar a prevenir daños mayores.
  • Haz ejercicio: La actividad física regular mejora la circulación y refuerza el sistema inmunitario, lo que favorece un envejecimiento saludable.
  • Cuida tu piel: Limpia tu piel a diario para eliminar la suciedad, el maquillaje, el sudor u otras sustancias que causen irritación. Evita los productos agresivos para la piel que contengan fragancias o un pH elevado. Hidrata tu piel a diario para prevenir la sequedad y el picor.
  • Reduce tus niveles de estrés: Intenta eliminar de su vida todo el estrés posible. Busca técnicas saludables de control del estrés (como la meditación o el ejercicio) para los factores estresantes que no puedas evitar.
  • Mejore la calidad (y cantidad) de tu sueño: Dormir menos de siete horas puede acelerar el envejecimiento de las células.

Los signos de envejecimiento prematuro pueden aparecer en cualquier momento de la edad adulta y suelen estar causados por factores ambientales o del estilo de vida.

¿Cómo promover el envejecimiento activo?

Fomentar un envejecimiento activo significa seguir disfrutando de una vida plena y saludable, con independencia y autonomía.

Algunas formas de promoverlo son:

  1. Mantenerte activo físicamente: hacer ejercicio regularmente, caminar, bailar o practicar deportes te ayuda a mantener el cuerpo sano y fortalece los músculos y huesos.
  2. Estimular la actividad mental: realizar actividades que impliquen el uso de la memoria y la concentración, como leer, escribir, hacer crucigramas, aprender un idioma o tocar un instrumento musical.
  3. Mantener una dieta saludable: consumir alimentos ricos en nutrientes y vitaminas y evitar el exceso de grasas, azúcares y sal.
  4. Mantener una vida social activa: participar en actividades y eventos sociales, hacer nuevos amigos y mantener el contacto con los familiares y amigos.
  5. Cuidar la salud mental: buscar ayuda profesional si se siente ansiedad o depresión, realizar actividades que reduzcan el estrés y cuidar la salud emocional.
  6. Mantener una actitud positiva ante la vida: cultivar una actitud optimista y enfocarse en las cosas buenas de la vida ayuda a mantener la motivación y la felicidad.

En nuestro residencia de mayores en Valencia capital y centro de día seguimos todas estas pautas para tratar de mantener la mejor calidad de vida en nuestros residentes.