A medida que envejecemos, nuestro cuerpo se vuelve más vulnerable al deterioro de la salud apareciendo distintas enfermedades y condiciones médicas. En nuestra residencia de mayores, sabemos cuales son las principales enfermedades que sufren las personas mayores.
A continuación, hablamos de las 10 principales enfermedades que suelen padecer las personas mayores.
Salud en la tercera edad: Un estado más delicado
La vejez trae consigo una salud más frágil. Es una fase de la vida en la que se es más vulnerable y existe un mayor riesgo de desarrollar diversas enfermedades y condiciones.
Las personas mayores están más expuestas, por lo que es necesario conocer las enfermedades más comunes en este grupo etario. Esto permite estar preparados, saber cómo actuar y qué medidas tomar para minimizar su impacto y prevenir su aparición.
Mayor riesgo de enfermedades en la vejez
En cualquier etapa de la vida, es posible contraer una enfermedad, desde afecciones comunes hasta enfermedades más graves. En el caso de las personas mayores, la situación es similar, pero las consecuencias pueden ser más severas debido a que su cuerpo ya no está tan preparado como en años anteriores.
Razones por las que los mayores sufren más enfermedades
Con el paso del tiempo, el metabolismo y la respuesta del cuerpo ante las enfermedades cambian.
Músculos, piel, huesos e incluso el sistema cognitivo se ven afectados, perdiendo fuerza y resistencia. Esto hace que las personas mayores no estén tan preparadas para enfrentar ciertas actividades o patologías.
Estas circunstancias hacen que las personas mayores sean consideradas un grupo de riesgo. Por ello, es fundamental preocuparse por su cuidado y bienestar.
Enfermedades comunes en personas mayores
Aunque estas enfermedades son muy frecuentes en las personas mayores, los avances tecnológicos y el desarrollo en la mejora de la calidad de vida han permitido enfrentar estas condiciones con mayores oportunidades. Esto facilita tanto la superación de las enfermedades como su manejo de la mejor manera posible.
¿Por qué es importante conocer estas enfermedades?
- Prevención: Al identificar los factores de riesgo, podemos tomar medidas para prevenir o retardar la aparición de estas enfermedades.
- Detección temprana: Conocer los síntomas nos permite detectar estas enfermedades en sus etapas iniciales, cuando el tratamiento suele ser más efectivo.
- Cuidados adecuados: Entender estas condiciones nos ayuda a brindar los cuidados necesarios y mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.
Las 10 principales enfermedades que sufren las personas mayores
1. Alzheimer y otras demencias en adultos mayores
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente a personas mayores, aunque no es una parte normal del envejecimiento.
Se caracteriza por la pérdida gradual de la memoria, el pensamiento y las habilidades cognitivas, lo que impacta significativamente en la vida diaria de quienes la padecen.
Los síntomas iniciales suelen incluir olvidos frecuentes, dificultad para recordar nombres y problemas para realizar tareas cotidianas. A medida que avanza la enfermedad, los pacientes pueden experimentar confusión, cambios de personalidad, desorientación y dificultades para comunicarse.
La detección temprana del alzheimer es fundamental, ya que permite a los pacientes y sus familias planificar el futuro y acceder a los recursos necesarios.
El Alzheimer es la forma más común de demencia, afectando aproximadamente al 65% de los casos de deterioro cognitivo en ancianos. En España, alrededor de 800.000 personas padecen Alzheimer. En nuestra residencia y centro de día tenemos enfermos de Alzheimer.
2. Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades del corazón, como la hipertensión arterial, son una de las principales causas de mortalidad en personas mayores. El riesgo de sufrir un infarto aumenta con la edad, por lo que es fundamental mantener un estilo de vida saludable y controlar factores de riesgo como el colesterol alto.
Entre las enfermedades cardiovasculares más comunes en personas mayores, se encuentran la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca y la hipertensión arterial.
- La cardiopatía isquémica, que incluye afecciones como el infarto de miocardio, se produce cuando el flujo sanguíneo al corazón se ve reducido, generalmente por la acumulación de placas en las arterias.
- La insuficiencia cardíaca ocurre cuando el corazón no puede bombear sangre de manera eficiente, lo que puede llevar a síntomas como fatiga y dificultad para respirar.
- La hipertensión arterial, o presión arterial alta, es un factor de riesgo significativo para otras enfermedades cardiovasculares y puede dañar los vasos sanguíneos con el tiempo.
- El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, es otra condición crítica que afecta a los ancianos. Se produce cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe, ya sea por un coágulo (ictus isquémico) o por la ruptura de un vaso sanguíneo (ictus hemorrágico). Estas enfermedades requieren una atención médica especializada y un manejo adecuado para mejorar la calidad de vida de los pacientes mayores
3. Artritis y artrosis
Estas enfermedades reumáticas afectan las articulaciones, causando dolor y limitando la movilidad. Son muy comunes en la tercera edad y pueden impactar significativamente en la calidad de vida de los mayores.
- La artritis es una inflamación de las articulaciones que puede ser causada por diversas condiciones, incluyendo enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, rigidez y enrojecimiento en las articulaciones afectadas.
- La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad degenerativa que resulta del desgaste del cartílago que recubre las articulaciones. Este desgaste provoca dolor, rigidez y pérdida de movilidad, especialmente en las rodillas, caderas y manos.
Ambas condiciones pueden afectar significativamente la calidad de vida de los ancianos, limitando su capacidad para realizar actividades cotidianas.
El tratamiento para la artritis y la artrosis incluye medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, terapia física para mejorar la movilidad y, en casos severos, cirugía para reparar o reemplazar las articulaciones dañadas.
Mantener un peso saludable, realizar ejercicio regular y adoptar una dieta equilibrada también pueden ayudar a gestionar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas mayores que padecen estas enfermedades.
4. Parkinson
El Parkinson es otra enfermedad neurodegenerativa frecuente, que afecta al movimiento y al sistema nervioso.
El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente al sistema nervioso central. Se caracteriza por la pérdida gradual de neuronas productoras de dopamina en el cerebro, lo que provoca alteraciones en el movimiento y el control motor.
Los síntomas principales incluyen temblor en reposo, rigidez muscular, lentitud de movimientos (bradicinesia) e inestabilidad postural. La enfermedad se desarrolla de manera gradual y su progresión varía entre individuos. Además de los síntomas motores, los pacientes pueden experimentar problemas no motores como depresión, trastornos del sueño y deterioro cognitivo.
Aunque es más común en personas mayores de 60 años, también puede afectar a adultos más jóvenes.
El diagnóstico temprano y el manejo adecuado son cruciales para mejorar la calidad de vida de los afectados. En España, entre 120.000 y 150.000 personas padecen esta condición.
5. Osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad ósea caracterizada por la disminución de la densidad y calidad del hueso, lo que aumenta el riesgo de fracturas, especialmente en personas mayores.
Esta condición es más común en mujeres postmenopáusicas debido a la disminución de los niveles de estrógenos, que son esenciales para mantener la salud ósea. Sin embargo, también afecta a hombres y a personas con antecedentes familiares, hábitos de vida poco saludables, o ciertas enfermedades crónicas.
La osteoporosis a menudo se desarrolla sin síntomas evidentes, lo que la convierte en una “enfermedad silenciosa” hasta que se produce una fractura, comúnmente en la cadera, muñeca o columna vertebral.
La prevención y el manejo de la osteoporosis son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los ancianos.
Esto incluye una dieta rica en calcio y vitamina D, ejercicio regular para fortalecer los huesos y evitar caídas, así como la evaluación y tratamiento médico adecuado. En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos para ayudar a fortalecer los huesos.
6. Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a un número significativo de personas mayores, especialmente la diabetes tipo 2, que es la forma más común en este grupo etario.
Esta condición se caracteriza por la resistencia a la insulina o la incapacidad del cuerpo para producir suficiente insulina, lo que resulta en niveles elevados de glucosa en sangre. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, la inactividad física, la genética y el envejecimiento.
Los síntomas pueden ser sutiles y a menudo incluyen aumento de la sed, micción frecuente, fatiga y visión borrosa. Si no se controla adecuadamente, la diabetes puede llevar a complicaciones graves como enfermedades cardiovasculares, daño renal, neuropatía y problemas de visión.
El manejo de la diabetes en personas mayores requiere un enfoque integral que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, monitoreo constante de los niveles de glucosa y, en muchos casos, medicamentos o insulina.
La educación sobre la enfermedad y el apoyo continuo son fundamentales para ayudar a los ancianos a manejar su condición y prevenir complicaciones. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas mayores con diabetes.
7. Enfermedades respiratorias en personas mayores
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una de las enfermedades respiratorias más comunes y graves en personas mayores. Afecta aproximadamente al 15% de la población, siendo el hábito de fumar la principal causa de su desarrollo.
Los síntomas incluyen tos, dificultad para respirar, hipertensión pulmonar y aumento de secreciones.
Otras enfermedades respiratorias frecuentes en ancianos son la influenza y la neumonía, que pueden ser especialmente peligrosas debido a la disminución de las funciones pulmonares con la edad.
La atrofia del sistema pulmonar, la reducción del volumen respiratorio y la disminución de la fuerza de los músculos respiratorios son cambios comunes en la vejez que pueden exacerbar estos problemas.
Para prevenir y manejar estas condiciones, es necesario adoptar hábitos saludables como dejar de fumar, hacer ejercicio regular y mantener una buena alimentación.
El diagnóstico temprano mediante pruebas como la espirometría y el tratamiento adecuado, que puede incluir broncodilatadores, corticoides inhalados y, en casos graves, oxigenoterapia, son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes mayores con enfermedades respiratorias
8. Cáncer
Diversos tipos de cáncer son más prevalentes en la población de edad avanzada. La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para mejorar el pronóstico.
9. Problemas de visión y audición
La pérdida de visión y audición son comunes en la vejez. Condiciones como las cataratas, el glaucoma o la presbiacusia pueden afectar significativamente la calidad de vida de los mayores.
10. Depresión y otros trastornos mentales
Los trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad o la depresión son frecuentes en la tercera edad y a menudo pasan desapercibidos. Es importante estar atentos a los cambios de humor y comportamiento en los residentes.
Es fundamental que el personal de la residencia esté capacitado para reconocer los síntomas de estas enfermedades y proporcionar el cuidado adecuado. Además, implementar programas de prevención y promoción de la salud puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los residentes.
Recuerda que en nuestra residencia de mayores utilizamos un enfoque basado en una alimentación saludable, actividad física regular, estimulación cognitiva y apoyo emocional. Estos cuidados pueden marcar una gran diferencia en el bienestar físico y mental de nuestros residentes.